Tal vez soy
fría, o soy caliente. Todos me dicen ambas cosas, ya no sé qué creerles, si
estamos apenas “conociéndonos”, conociéndonos, me refiero a estar en la cama
¿Sí me explico?, bueno, en ese proceso, siempre me repiten que soy muy
caliente, que no pueden pedir nada más de mí, pero después, cuando les hago
entender que solo placer de una vez, me dicen que no entienden por qué soy tan
fría. Tal vez ellos no se explican, cómo una mujer puede tener el poder de
enamorar a un hombre con su cuerpo, no es difícil. Muchas mujeres sabemos
hacerlo, pero yo he decidido explotar ese don que la Dios me dio, bueno, no sé
si Dios, tal vez a él no le guste que yo sea tan puta, o tal vez sí.
Tengo que
reconocer que disfruto mucho mi manera de vida, me critican, me juzgan, se
burlan incluso, pero toda esa gente no tiene ni la mitad de lo que yo. No
quiero decir que todo lo haya ganado a
base de acostones, aunque la mayoría sí. Yo no tengo la culpa de que los
hombres den lo que sea por un cuerpo como el mía. Hace unos días una pobre
anciana con el cuerpo que parecía una linda pasita blanca me empezó a
sermonear, yo, por educación la escuché, y fingí interés. Nunca me dijo “Eres
una pecadora y te irás al infierno” más bien utilizaba otra táctica, me decía
“Hay mujeres malas, que por sus actos no se ganan el cielo”, yo sabía que todo
lo que me decía era una indirecta para mí, pero yo le seguía el cuento “Es que
no saben a lo que vienen a este mundo ¡caray!” le decía. Disfrutaba bastante su
cara de sorprendida cuando le decía estas palabras. Y es que, la verdad, no sé
si ganaré el cielo, pero por ahora siento como si lo viviera. He estado con
hombres increíbles, que me hacen temblar al tenerlos entre las piernas, pero
como toda una profesional no me enamoro de ninguno, de pendeja vuelvo a
hacerlo.
Confieso
haberlo hecho antes, pero fue hace casi seis años, ahora, ya solo obtengo de
los hombres lo que quiero. Hay algunos que son de una ocasión, y otros que me
gusta usar, y cada que necesito algo, ahí están, pero también hay unos que son
con quienes me consuelo cuando me siento usada, y los uso yo a ellos. A los
hombres les gusta el sexo, por naturaleza, no hay uno que no lo disfrute, o que
no lo desee. Solo es cuestión de rozarlo con suavidad, y su cuerpo reacciona al
instante. Eso sí, como una mujer con dignidad jamás utilizo mis labios para
actos sexuales, a saber qué porquerías han hecho con sus miembros, además el
olor me desagrada, y hay unos tan asquerosos que no les importa que estés al
borde del vómito. Pero en cambio, yo he sido besada por todas los lugares que
se pueden imaginar, claro que quienes lo hacen, no saben que me meto con
cualquier hombre que me ofrezca algo a cambio, siempre los hago creer que soy
decente, aunque en el barrio se me conozca por cascos sueltos, bueno eso dicen
las mujeres decentes, yo me auto digo puta, me vendo por obtener algo a cambio.
¿Se me puede juzgar? Todos vendemos algo para sobrevivir, y regularmente es el
mejor talento que tenemos, y mi mejor talento es el sexo. Es todo.