Vuelves a
pedirme perdón y decirme que fuiste una estúpida al dejarme ir. ¿Por qué hasta
ahora? ¿Qué no te das cuenta? Te esperé mucho tiempo, fui fiel a tu amor desde
ese día en que me pediste que no te buscara más, que necesitabas conocer más
hombres y aprender más de esta vida tan corta. Aún recuerdo el día exacto y tus
palabras, sílaba por sílaba. Me pediste salir a dar un paseo por el parque que
está cerca de tu casa, nos reímos y nos divertimos como niños pequeños, jugamos
con el pasto, mirábamos pasar a las personas y yo te escuchaba mientras decías
sus curiosos defectos, que también recuerdo tenías un sexto sentido para
percibir esos detalles. ¿Quién se fijaría si alguien trae un cinturón de
diferente color a los zapatos? O peor aún ¿Cuándo me iba a dar cuenta que los
calcetines no eran del color del pantalón? Eran momentos divertidos.
Ese día
casi para caer la noche te quedaste callada, automáticamente me di cuenta que
algo pasaba, te conozco de más y sé que esa actitud no es normal. <<Necesito
vivir más, no puedo permitir que mi vida se estanque en ti, apenas tengo 21
años y tú has sido el único hombre desde 4 años con quien he estado, no quiero
que esto sea así. Yo necesito conocer y si me equivoco, bueno pues será cosa
mía y estoy segura que si en verdad me amas serás capaz de esperarme>>.
Ahora pienso esas palabras y me doy cuenta de lo tonto, de lo enamorado que
estaba. Me dolían en todo mi ser esas palabras, pero mi dignidad era tan baja
que no podía decir que no, acepté tus pretextos, fingí ser tu amigo para no
alejarme demasiado. Te vi abrazar a otros hombres, te vi besarlos, tuviste el cinismo
de contarme que te habías metido con uno o con otro, y yo callado, aguantando
el coraje.
Tú me
decías que empezara mi vida de nuevo, que no podía estar soltero, que yo eran
tan guapo que cualquiera querría estar conmigo, pero yo no quería estar con
nadie que no fueras tú. Te acompañé como un amigo, levantándote cada vez que te
caías, y esperando que ya te dieras cuenta que yo era lo que tú necesitabas. Te
demostré más de una vez que para mí no había más vida si no la compartías
conmigo, que nadie podía llenar esos espacios que tú conocías de memoria, y
jamás me quisiste escuchar, dime ¿Por qué hoy sí? Seis años esperándote, seis
malditos años de mi vida que estuve intentado recuperar lo que teníamos, y no
lo logré. Hasta después de ese tiempo decidí soltarte y dejarte libre. Me ha
dolido como no lo imaginas, pero en ese proceso, ahora estoy feliz, y me doy
cuenta del tiempo que gasté pensando en el pasado y esperando que regresara,
sin darme cuenta que el futuro me vendría lleno de gracias y alegrías. He
conocido a alguien ¿Sabes? No es nada parecida a ti, es todo lo contrario, pero
ella me ha demostrado que me ama y que está dispuesta a darlo todo por mí.
Dime ¿Por
qué has vuelto? ¿Vuelves porque ves que estoy dispuesto a rehacer mi vida? ¿Vuelves
a hacer pedazos lo que he logrado hasta ahora? Creo que te quedarás esperando,
porque mis labios ahora le perteneces a alguien más, a alguien que sí los
valora y que tiembla al sentirlos con los suyos, alguien que no solo quiere una
vida para ella, sino una vida para ambos. Vuelves en mal momento. Si querías
regresar el tiempo, debiste hacerlo hace años atrás hoy, es tarde, hoy he aprendido
a valorarme y ya sé quién soy.